Este año se cumple una década desde que señalizamos el sendero, las marcas de pintura en las piedras se han borrado pero la actividad sigue viva.
Como cada año hemos disfrutado del almuerzo con torreznos y chorizo bien acompañados con vino de Torlengua.
La preparación del almuerzo es la parte menos visible, pero la más laboriosa en esta jornada, damos las gracias a las generosas cocineras que lo hacen posible.